lunes, 16 de marzo de 2009

HAPPY Lá ’le Pádraig, PADDY'S DAY OR SAINT PATRICK




Pues si, ya llegó el 17 de marzo, fiesta nacional en Irlanda y día muy celebrado en casi todo el mundo anglosajón y también en Murcia y en mi casa. Así que ya estpy disfrutando de mis regalos. Un cinturón negro y un superbolso Mustang, osea, en morado para mis super zapatillas moradas. No puedo con my life. Ya fuera de bromas, ¡Feliz Día! a todos los Patricks, Patricias, Patricios y todas las variantes posibles que pueda tener este nombre. Feliz día a todos

domingo, 15 de marzo de 2009

DE AMOR Y SEXO



Si habéis leído los comentarios que Dobby ha ido dejando en mi post anterior, se ha puesto un poco pesadita con la calidad narrativa de Meyers con respecto a los vampiros Cullen. Me ha dejado un fragmento de De amor y de sombra de Isabel Allende y aquí os dejo yo un par de los que me acuerdo o he leído recientemente. Si os acordáis de alguno, dejádmelo aquí.

Ella notó el cambio en su respiración, levantó la cara y lo miró. En la tenue claridad de la luna cada uno adivinó el amor en los ojos del otro. La tibia proximidad de Irene envolvió a Francisco en un manto misericordioso. Cerró los párpados y la atrajo buscando sus labios, abriéndolos en un beso absoluto cargado de promesas, síntesis de todas las esperanzas, largo, húmedo, cálido beso, desafió a la muerte, caricia, fuego, suspiro, lamento, sollozo de amor. Recorrió su boca, bebió su saliva, aspiró su aliento, dispuesto a prolongar aquel momento hasta el fin de sus días, sacudido por el huracán de sus sentidos, seguro de haber vivido hasta entonces nada mas que para esa noche prodigiosa en la cual se hundiría para siempre en la más profunda intimidad de esa mujer. Irene miel y sombra, Irene papel de arroz, durazno, espuma, ay Irene la espiral de tus orejas, el olor de tu cuello, las palomas de tus manos, esta pasión que nos quema en la misma hoguera, soñándote despierto, deseándote dormido, vida mía, mujer mía, Irene mía. No supo cuanto más le dijo ni que susurró ella en ese murmullo sin pausa, ese manantial de palabras al oído, ese río de gemidos y sofocos de quienes hacen el amor amando.En un destello de cordura él comprendió que no debía de ceder al impulso de rodar con ella sobre la tierra quitándole la ropa con violencia y reventando sus costuras en la urgencia de su delirio. Temía que la noche fuera muy corta y la vida también para agotar ese vendaval. Con lentitud y cierta torpeza, porque le temblaban las manos, abrió uno por uno los botones de su blusa y descubrió el hueco tibio de sus axilas, la curva de sus hombros, los senos pequeños y la nuez de sus pezones, tal como los había intuido al sentir su roce en la espalda cuando viajaban en la moto, al verla inclinada sobre la mesa de diagramación, al estrecharla en el abrazo de un beso inolvidable. En la concavidad de sus palmas anidaron dos golondrinas tibias y secretas nacidas a la medida de sus manos y la piel de la joven, azul de luna, se estremeció al contacto. La levantó por la cintura, ella de pie y él arrodillado, buscó el calor oculto entre sus pechos, fragancia de madera, almendra y canela; desató las cintas de sus sandalias y aparecieron sus pies de niña, que acarició reconociéndolos, porque los había soñado inocentes y leves. Le abrió el cierre del pantalón y lo bajó revelando el terso camino de su vientre, la sombra de su ombligo, la larga línea de la espalda que recorrió con dedos fervorosos, sus muslos firmes cubiertos de una impalpable pelusa dorada. La vio desnuda contra el infinito y con los labios trazó sus caminos, cavó sus túneles, subió sus colinas, anduvo sus valles y así dibujó los mapas necesarios de su geografía. Ella se arrodilló también y al mover la cabeza bailaron los oscuros mechones sobre sus hombros, perdidos en el color de la noche. Cuando Francisco se quitó la ropa fueron como el primer hombre y la primera mujer antes del secreto original. No había espacio para otros, lejos se encontraba la fealdad del mundo o la inminencia del fin, solo existía la luz de ese encuentro.Irene no había amado así, ignoraba aquella entrega sin barreras, temores ni reservas, no recordaba haber sentido tanto gozo, comunicación profunda, reciprocidad. Maravillada, descubría la nueva forma y sorprendente del cuerpo de su amigo, su calor, su sabor, su aroma, lo exploraba conquistándolo palmo a palmo, sembrándolo de caricias recién inventadas. Nunca había disfrutado con tanta alegría la fiesta de los sentidos, tómame, poséeme, recíbeme, porque así, del mismo modo, te poseo, te tomo, te recibo yo. Ocultó el rostro en su pecho aspirando la tibieza de su piel, pero él la apartó levemente para mirarla. El espejo negro y brillante de sus ojos devolvió su propia imagen embellecida por el amor compartido. Paso a paso iniciaron las etapas de un rito imperecedero. Ella lo acogió y él se abandonó, sumergiéndose en sus más privados jardines, anticipándose cada uno al ritmo del otro, avanzando hacia el mismo fin. Francisco sonrió en completa dicha, porque había encontrado a la mujer perseguida en sus fantasías desde la adolescencia y buscada en cada cuerpo a lo largo de muchos años: la amiga, la hermana, la amante, la compañera. Largamente, sin apuro, en la paz de la noche habitó en ella deteniéndose en el umbral de cada sensación, saludando al placer, tomando posesión al tiempo que se entregaba. Mucho después, cuando sintió vibrar el cuerpo de ella como un delicado instrumento y un hondo suspiro salió de su boca para alimentar la suya, una formidable represa estalló en su vientre y la fuerza de ese torrente lo sacudió, inundando a Irene de aguas felices.Permanecieron estrechamente unidos en tranquilo reposo, descubriendo el amor en plenitud, respirando y palpitando al unísono hasta que la intimidad renovó su deseo. Ella lo sintió crecer de nuevo en su interior y buscó sus labios en interminable beso. Con el cielo por testigo, arañados por los guijarros, cubiertos de polvo y hojas secas aplastadas en el desorden del amor, premiados por un inagotable ardor, una desaforada pasión, retozaron bajo la luna hasta que el alma se les fue en suspiros y sudores y murieron, por ultimo, abrazados, con los labios juntos, soñando el mismo sueño. "

Hombre y mujer cara a cara, jadeos que sonaban a desafío. El gemido alentador de ella y el impulso de él hacia delante, hacia la litera a través del estrecho camarote, y las últimas prendas mojadas a un lado y otro, revueltas bajo los cuerpos cubiertos de lluvia que empapaba las sábanas, en mutua búsqueda por enésima vez, mirándose cercanos, sonrientes, absortos, cómplices [...] Su piel y su saliva y su carne se abrían paso, sin dificultad, en la otra carne cada vez más húmeda y más cálida y más acogedora, dentro, muy adentro; allí donde todos los enigmas tenían su clave oculta, y donde el paso de los siglos fraguó la única verdadera tentación...”
La carta esférica, A Pérez-Reverte

Niki se acerca a él, se le pega, apoya los pies fríos en sus piernas calientes, el pecho suave y pequeño en su brazo. [...] A continuación, todo se vuelve un poco confuso. La mano de Niki se desliza lentamente bajo las sábanas. Abajo, Más abajo. A lo largo de su cuerpo. Su pierna... Y juega y bromea y acaricia y toca y deja de tocar. Y después por su estómago. Alessandro se agita. Niki se ríe y suspira. Y se le acerca cálida, y sube una pierna y la apoya encima de las suyas. Y las manos se multiplican, como un deseo imprevisto que se convierte en una historia de amor. Inventada, soñada... ”
Perdona si te llamo amor, Federico Moccia.

No son grandes fragmentos, pero en su momento me han gustado y los he marcado en los libros.

martes, 10 de marzo de 2009

BAUTIZO

Este fin de semana, mi familia y yo hemos ido a Madrid para el bautizo de C2 y C3 , el sábado día 6 y como de costumbre, cada vez que Dobby y yo nos juntamos, pues, pasan cosas. Para empezar , el viernes salimos de Jerez con 2 horas de retraso, lo que quiere decir que llegamos a Madrid a las 0.40 am, después llevamos a mi hermano pequeño, a partir de ahora Tapón, a casa de Brun, hermano pequeño de Dobby y para que continue la fiesta, cuando quise ir a darle la ropa a Tapón, me di cuenta que había olvidado la llave en casa. Después de estar discutiendo durante 20 absurdos minutos como abrir la maleta, nos fuimos para casa de Dobby y Sansón. ¡Pobre Dobby!, cansada, dormida con la 3ª parte de Crepúsculo en las manos, harta de esperar con una deliciosa lassagna casi tiesa, porque eran las 02.00 am cuando empezamos a cenar. Y claro, no nos veíamos desde enero y tuvimos que ponernos un poco al día y eso quiere decir que nos acostamos a las 04.00 am. Y!!! a las 06.45, Cangrehito ¡estaba despierto! Estuvimos charlando un buen rato, mientra el me contaba cosas, yo intentaba convencerlo de que durmiera un poco más, pero cuando se hartó, me dijo que era hora de regalar y por lo tanto.... ir al salón.
El estrés de prepararnos, el cansancio del dia anterior y los nervios de la celebración nos llevaron volando por Madrid hasta la iglesia. C2 y C3 se portaron muy bien, Cangrehito participó en la celebración de la misa y estuvo saludando y sonriendo todo el tiempo. La celebración en el restaurante también muy bien, hizo un sol radiante, el servicio fue muy bueno, la comida genial. Dobby y yo brindamos por nosotras, nuestras familias y nuestros niños y pudimos seguir hablando de nuestras cosas.
Siempre que voy a Greenvillage, me pasa lo mismo, el tiempo vuela y todo me sabe a poco. Además, esta vez ha sido bastante raro porque ese tiempo lo he tenido que compartir con mi familia. Greenvillage es como mi oasis, el lugar al que escapo cuando estoy harta de mi vida, me olvido de mis rayaduras y huyo de mi familia ( que a veces también es necesario), porque compartir tiempo con Dobby y su familia, me recarga las pilas, me limpia el aura, no sé, me renueva y creo que es por eso que no me mola compartirlo con nadie, porque me gusta considerar que es algo solo para mí. Tapón tiene a sus amigos, el Cabeza ( mi otro hermano) tiene a su mujer, mi madre a su club de viud@s, separad@s .... y yo tengo a Dobby. Ya sé que suena absurdo, pero así es como lo veo, ¿qué le hago?
Aún así, ha sido genial poder juntar a nuestras familias, fortalecer el lazo y la confianza que Dobby y yo empezamos hace tanto tiempo y pasar 2 días de charlas, risas, anécdotas, risas, besos, abrazos, libros, pelis y Cullens. Ah! y lo olvidaba el llegar 2 horas tarde a Madrid, no fue el ultimo de los percances... pero eso ya lo contaré otro día. Aunque sea compartido, es siempre genial pasar tiempo con los Beckam de Greenvillage. Así que Dobby, Sansón... gracias por esperar en el aeropuerto, por la lassagna, por dejarnos compartir momentos importantes de vuestra familia, por las muestras de cariño, por los sueños en el sofá, por hacernos sentir como en casa y por quererme. No os digo ná. Amiga, bienvenida al club de fans de E.Cullen, me alegro que tengamos otra cosa más que compartir. Os love you, a los 5. La Loos.